miércoles, 23 de noviembre de 2011

Programa de Navidad: Estrella de Belén



(Todas las luces apagadas. Música: Estrella de Belén)

Un juego de luces enfocan a Maria mirando hacia arriba, mientras el lector#1 lee el primer verso del poema

Lector #1: Y todos escuchaban con asombro aquellas cosas que los pastores habían visto. Pero Maria guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón.

El lector#1 espera a que Maria camine hacia un banco donde esta sentado el joven Jesús. Maria y Jesús hacen movimientos como si estuvieran charlando.

Lector#1
Cuando Jesús era pequeño, el se sentaba junto a
Maria, su Madre y le decía reverentemente:
"Cuéntame querida Madre sobre mi nacimiento otra vez,
Sobre los pastores, y los Ángeles, y los tres magos"

Maria le contó a Jesús la primera historia de Navidad,
Como Ángeles vinieron una noche llenos de gloria.
Y ricos y pobres, siguieron la estrella,
Y Maria atesoraba todo en su corazón.

Maria hablo suavemente como en oración.
Ella contó como los ángeles guiaron a todos hacia El,
Como los pastores se postraron para verlo
Y adoraron al Rey en esa primera Navidad

Jesús quiso escuchar como los Reyes vinieron desde lejos
Guiados por la estrella de Belen
Y regalos en la primera Navidad ellos le dieron
En agradecimiento por el regalo de que todos los hombres vuelvan a vivir.

(Se apagan las luces de Maria y el Joven Jesús)

Jesús creció, nuestro Salvador, nuestro Señor,
Pero siempre recordó las cosas que escucho
De Maria, su madre, que estuvo ahí desde el principio,
Y el conservo esas cosas, en lo profundo de su corazón.

En otra esquina del salón hay una Madre de la actualidad con su Hijo. Puede haber un Padre ahí también, y él puede leer las referencias de las escrituras o simplemente formar parte de la escena.

Niño: Cuéntame, querida Madre, sobre el nacimiento de Jesús otra vez. Sobre los pastores y los Ángeles y los tres magos

Madre: Tiempo después de que Maria regresara de visitar a su prima Elizabeth, el prometido de Maria, José, se dio cuenta de que su prometida tendría un bebe. En el silencio de la noche, un ángel del Señor se le apareció a José, quien estaba preocupado y le dijo que Maria sería la Madre del Hijo de Dios. Esto es lo que le dijo el ángel a José:

Lector #2: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y dará a luz un hijo, y llamaras su nombre Jesús, porque él salvara a su pueblo de sus pecados.
Y José hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer” (Mateo 1: 20-21, 24)

Madre: Cuando llego el momento de que Maria tuviera a su bebe, ella fue con su esposo a Belén, en un viaje de 90 millas.

Lector #2: Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llamaba Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
Para ser empadronados como María su mujer, desposaba con él, la cual estaba en cinta. (Lucas 2: 4-5)

Madre: José y Maria al no poder encontrar lugar en el mesón, se refugiaron en un establo, donde Maria dio a luz al pequeño Jesús.

Entran Maria y José, con el bebe en brazos y se acomodan en el establo.

Lector #2: “Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” (Lucas 2: 6-7)

Los Niños de la Primaria Cantan: “Jesús en Pesebre”

Madre: Una nueva estrella brilló en el cielo como señal del la bendición del nacimiento del Salvador.

Sube la estrella de cartón.

Madre: Los pastores cuidaban sus rebaños la noche que Jesús nació.

Aparecen los pastores en escena, con cara de asombro, viendo a los ángeles. Luego se acercan al Pesebre.

Lector #2: Lee Lucas 2: 9-16

Madre: Las escrituras continúan diciéndonos….

Entran los magos en escena y se acercan al pesebre y le dan sus presentes.

Lector #2: Lee Mateo 2: 7-11

Lector #3: NOSOTROS estamos invitados a buscar a Jesús. Los pastores fueron con prisa en busca de Jesús. Los magos viajaron desde lejos a Jerusalén para encontrarlo. Para encontrarlo, debemos buscarlo primero. La fórmula para encontrarlo se encuentra en las escrituras: “Y me buscareis y me hallareis, porque me buscareis con todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13)
Estamos preparados para darle regalos de gran valor como los magos de la antigüedad? Si lo buscamos con todo nuestro corazón, le daremos lo mejor de nosotros mismos. Las oportunidades que tenemos de darle todo de nosotros mismos son ilimitadas. Hay muchas cosas que podemos hacer para servir a nuestros semejantes. Solo necesitamos abrir nuestros ojos y nuestros corazones.
Podemos ser sabios, como los magos, y buscar a Cristo, no solo en esta época navideña, sino cada día de nuestras vidas.


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lunes, 21 de noviembre de 2011

Tiempo para Compartir: La reverencia por Dios me ayuda a respetar y amar a los demás.


“Quedaos tranquilos y sabed que yo soy Dios” 
D. y C. 101:16


Natanael sostenía con fuerza la mano de su mamá mientras entraban en el salón de la Primaria; ésa era la segunda semana en que Natanael iba a la clase de Rayitos de Sol; se sentía nervioso y, a medida que se iban acercando, caminaba más lentamente.

La semana anterior, la Primaria había sido un tanto confusa. Durante el tiempo de la música, Mia se ponía de pie a cada momento y a dar vueltas. Natanael estaba cansado de estar sentado, así que él también se puso de pie; pero entonces su maestra le pidió que volviera a sentarse. Durante el tiempo para compartir, algunos de los niños mayores hablaban y se reían; a veces había demasiado ruido y no se oía lo que decía la hermana Miranda, la presidenta de la Primaria. Cuando su amiga Cara empezó a llorar, a Natanael le dieron ganas de llorar también.

Al acercarse a la primera fila, Natanael no quería soltar la mano de su mamá; le preocupaba que esta semana la Primaria también fuese confusa. Entonces vio a su maestra.

“Hola, Natanael”, dijo la hermana Tejada. “Me alegra verte”. La hermana Tejada dio unos golpecitos sobre el asiento que se encontraba junto a ella.

A Natanael le gustaba la sonrisa amable de su maestra. Soltó la mano de su mamá y se sentó junto a la hermana Tejada.

“Vendré a recogerte después de la clase”, dijo su mamá. “Recuerda que debes ser reverente”.

Natanael no estaba seguro de si sabía cómo hacerlo.

Después de la primera oración, la hermana Miranda se puso de pie. “Hoy tenemos a un visitante especial”, dijo.

De pronto, apareció un títere detrás de la mesa que se encontraba al lado de la hermana Miranda. El títere comenzó a moverse, a sacudir los brazos, y dijo: “¿Ya es hora de irnos? ¡Quiero agua!”.

A algunos de los niños se les escapó una risita.

“Ésta es la primera vez que Arlo viene a la Primaria”, dijo la hermana Miranda, “y no sabe cómo ser reverente. Lo que pasa es que, para ser reverente, tiene que aprender los buenos modales en la Primaria”.

Natanael se sorprendió. A veces, a la hora de la cena, su mamá le recordaba que debía ponerse la servilleta sobre el regazo; ésos eran buenos modales. Y su papá siempre les pedía a todos, antes de comenzar a levantar la mesa, que le agradecieran a mamá la buena comida que había preparado; ésos también eran buenos modales. Pero, ¿cuáles eran los buenos modales de la Primaria?

Arlo se echó hacia atrás enfrente de la mesa y dijo: “¡Oigan, todos se ven muy graciosos al revés!”.

“Los buenos modales son reglas con las que demostramos respeto por otras personas”, dijo la hermana Miranda. “Arlo no conoce las reglas de los buenos modales de la Primaria. ¿Les parece que podríamos enseñárselas?”, preguntó.

La hermana Miranda fue hacia la pizarra, dibujó un brazo y preguntó: “¿Qué debe hacer Arlo con los brazos?”.

“¡Cruzarlos!”, dijo Mia en voz alta.

“Así es”, respondió la hermana Miranda.

Arlo se incorporó; cruzó los brazos y los levantó por encima de la cabeza. “Ah, ¿así?”, preguntó.

Natanael sabía que ésa no era la manera correcta.

La hermana Miranda les preguntó a todos los niños de la Primaria si podrían mostrarle a Arlo cómo cruzar los brazos.

Natanael en seguida cruzó los brazos y Arlo cruzó los suyos también.

En la pizarra, junto al dibujo del brazo, la hermana Miranda escribió: “Cruzar los brazos”.

A medida que la hermana Miranda hacía más dibujos, los niños le enseñaban a Arlo las reglas de los buenos modales de la Primaria. Natanael estaba contento porque ya conocía la mayoría de ellas.

Arlo ya no se movía inquietamente, ni sacudía los brazos, ni hablaba en voz alta; tenía las piernas quietas y los brazos cruzados. Los niños también escuchaban en silencio. La Primaria ya no parecía ruidosa y confusa. Natanael se sentía tranquilo y feliz. No sería muy difícil ser reverente en la Primaria; ya sabía cómo hacerlo.
  • Cruzar los brazos.
  • Caminar callados.
  • Levantar la mano para pedir turno para hablar.
  • Hablar en voz baja.
  • Escuchar a la maestra.
Ésta es la casa de Dios

¿Cuáles son algunas de las formas mediante las cuales podemos mostrar respeto por la casa de nuestro Padre Celestial?

1. Caminar callados por los pasillos. Correr en el salón cultural únicamente durante las actividades especiales que no se llevan a cabo los domingos.

2. Hablar en voz baja.

3. Cuidar los himnarios; guardarlos en su lugar después de usarlos.

4. Recoger la basura que encontremos.

5. Tener cuidado de no poner los pies sobre las bancas o las sillas.

6. Cuando se nos pida, ayudar a quitar las sillas después de las reuniones.

“Cuando nos reunimos para aprender las doctrinas del Evangelio, deberíamos hacerlo en un espíritu de reverencia”. Presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, “La reverencia inspira la revelación”, Liahona, enero de 1992, pág. 23.

Los niños del Barrio Kahului, que pertenece a la Estaca Kahului, Hawai, se esforzaron para ayudar a cuidar la casa de nuestro Padre Celestial. En una actividad de servicio, limpiaron las sillas que usan todas las semanas en la Primaria.

Los niños mayores de la Primaria lavaron las sillas con agua y bicarbonato de sodio y los más pequeños las secaron. Hasta los niños más pequeños trabajaron con entusiasmo y caras de alegría. Después, todos se sintieron muy bien por haber limpiado la casa de nuestro Padre Celestial.

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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Programa de Navidad: Navidad en las Américas



- Música: Jesús en pesebre-

Narrador: Hace mucho tiempo, en la ciudad de Belén, un maravilloso milagro se produjo. En la noche en que Jesucristo nació, las señales en el cielo fueron vistas por la gente, tanto en Judea como en las Américas. Nuestro Salvador ha nacido.


Nefita: Mira! Es como Samuel profetizó, una gran estrella! El sol se ha puesto pero sigue siendo de día.

Nefita: Él ha llegado! El Hijo de Dios vino al mundo para redimir a todos los que creen en Él. Te acordás cuando Samuel habló con nosotros?

Samuel OFF: …He aquí, os doy una señal, porque han de pasar 5 años más y he aquí, entonces viene el Hijo de Dios para redimir a todos los que crean en su nombre.

Incrédulo: Como puede ser eso?

Samuel OFF: Y he aquí, esto os daré por señal al tiempo de su venida, porque he aquí habrá grandes luces en el cielo de modo que no habrá oscuridad en la noche de su venida, al grado que a los hombres les parezca que es de día

Incrédulo: No lo puedo creer! Este hombre esta loco.

Samuel OFF: Aparecerá una estrella nueva, tal como nunca habréis visto, y esto también os será por señal.



Pastor: Que tranquila esta la noche.

Pastor: Si, esta llena de estrellas pero hay una que brilla más.

- Entra la noche estrellada -

- Coro: Canto de Navidad – 2da estrofa –



- Música: En la Judea, en tierra de Dios-

Nefita: Si podemos ver la señal estoy seguro que otros pueden verla también.

Nefita: Estoy seguro que el Señor ha encontrado una manera de decirle a los demás que esto es una señal.

  • Coro: Regocijad, Jesús nació – 1era Estrofa –

Nefita: Miro esta estrella, pero igual no entiendo porque el Hijo de Dios tiene que venir a la tierra.

Nefita: Samuel dice que Cristo vendría a salvar a todos aquellos que tienen fe en Él y guardan sus mandamientos.

- Coro: Mando a su Hijo – hasta “los cielos ir”-
- Música: Mando a su Hijo – hasta el final

Nefita: Creen que vamos a llegar a ver al Hijo de Dios?

Nefita: Bueno, si Él es el Hijo de Dios puede hacer cualquier cosa, incluso podría venir a visitarnos, pero cuando?



- Música: Regocijad, Jesús nació -

Narrador: Compartimos los mismos sentimientos el día de hoy. Nos preguntamos cuando el Salvador regresará estos últimos días. A pesar del gran océano que separa estos dos continentes, la gente de Judea y de América reconocieron las señales del nacimiento del salvador. Se puede sentir la paz del nacimiento de Jesucristo, en la Biblia y en el Libro de Mormón.





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lunes, 14 de noviembre de 2011

Tiempo para Compartir: Puedo mostrar reverencia por los lugares y las cosas sagradas.

El presidente Packer se sentía incómodo porque sus ropas estaban sucias y él no se había aseado, pero sabe que a nuestro Padre Celestial le gusta mucho más que estemos limpios por dentro. Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y nos bautizamos, nos volvemos limpios. Al guardar los mandamientos y participar de la Santa Cena, renovamos la promesa del bautismo de que seguiremos a Jesucristo. Es como si nos lavásemos de nuevo. Podemos estar limpios por dentro porque Jesucristo pagó el precio por nuestros pecados.

El presidente Packer escribió:

Si tan sólo comprendiéramos
Lo que hemos visto y oído,
Sabríamos que no hay don mayor
Que ser purificados y limpios.

(“Lavados y purificados”, Liahona, julio de 1997, pág. 11).

Antes de que los miembros de la Iglesia vayan al templo, muestran su amor y respeto por nuestro Padre Celestial y por Jesucristo por medio de su limpieza. Cuando seas lo bastante mayor, te sentirás cómodo yendo al templo si estás limpio por dentro y por fuera.


Pida a los niños que lean Éxodo 3:1–5 y explique que Moisés fue al monte de Dios y que allí el Señor se le apareció en una zarza ardiente. Pregúnteles qué le pasó a la zarza (lean los versículos 2–3). Pregúnteles qué dijo Dios (lean el versículo 4). Pregunte por qué Dios pidió a Moisés que se quitara el calzado (lean el versículo 5). 

Muestre el calzado del templo o hablen de él y explique que en el templo nos ponemos un calzado blanco y limpio para mostrar que estamos en un lugar reverente y santo. Cuando vamos a las reuniones de la Iglesia, no nos ponemos el calzado del templo, pero sí nos comportamos de forma reverente. 

Pregunte a los niños cómo pueden mostrar reverencia en el centro de reuniones. Explique que en el templo somos reverentes de forma muy parecida. Pida a los niños que dibujen cosas que puedan hacer para mostrar reverencia y muestre los dibujos a un miembro del obispado o de la presidencia de la rama.


Pídales que identifiquen quién está siendo reverente en este dibujo y permita que los niños lo coloreen.




Lleve a cabo con los niños el siguiente verso acompañado de movimientos con los dedos. Improvise los movimientos que representen las partes de un centro de reuniones.

El centro de reuniones

Estas son las altas paredes
con puertas que nos invitan a entrar;
aquí está el techo que cubre la casa
y las ventanas que dejan la luz pasar.
Aquí venimos a cantar y a orar
(cruzar los brazos e inclinar la cabeza)
y en este lugar se siente el amor (ponerse las manos sobre el corazón);
por eso esta casa queremos cuidar (extender los brazos hacia los lados)
y por ella dar las gracias al Señor (cruzar los brazos e inclinar la cabeza).


• ¿Cuáles son algunas de las cosas que debemos hacer en el centro de reuniones?
• ¿Cuáles son algunas de las cosas que no debemos hacer en el centro de reuniones?


Ayúdeles a comprender que hay ciertos lugares de ese edificio y ciertos momentos en los cuales se puede correr o jugar, pero que en casi todas partes (especialmente en la capilla) y todos los domingos debemos ser reverentes. Haga hincapié en que, además de permanecer sentados y en silencio durante la Primaria y en la capilla, debemos siempre caminar por los pasillos sin hacer ruido.







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viernes, 11 de noviembre de 2011

Programa de Navidad: Lección Silenciosa

Esta es una presentación especial para la que se necesita mucho silencio y reverencia. habrán momentos para leer, cantar y meditar en nuestros corazones. Puede acompañarse con música de fondo o láminas en los momentos necesarios. Puede pedirse la participación de coros para algunas canciones o cantarlas junto a la congregación.




¿Qué niño es éste?


¿Qué niño es éste que al dormir
en brazos de María, pastores velan,
ángeles le cantan melodías?
Él es el Cristo, el rey.
Pastores, ángeles cantan,
Venid, venid a él, al hijo de María.


¿Por qué en humilde establo así,
el niño es hoy nacido?
Por todo injusto pecador
su amor ha florecido.
Él es el Cristo, el rey.
Pastores, ángeles cantan,
Venid, venid a él, al hijo de María.


Traed ofrendas en su honor
el rey como el labriego,
al rey de reyes, salvador,
un trono levantemos.
Él es el Cristo, el rey.
Pastores, ángeles cantan,
Venid, venid a él, al hijo de María.


Leer: Mateo 1:18-23






Venid, adoremos!


Venid, adoremos,
con alegre canto;
venid al pueblito
de Belén.


Hoy ha nacido
el Rey de los ángeles.
Venid y adoremos
a Cristo Jesús.


Todos hemos recibido una invitación de Venid y Adorarlo.
¿Prestamos atención a la llamada?
¿Venimos?
¿Lo adoramos?


Hace muchos años esta misma invitación fue dada para encontrarlo y adorarlo.


Leer: Lucas 2:8-14






Los pastores tenían una invitación gloriosa de encontrar al bebé y de adorarlo.


El ángel y una multitud de huestes celestiales presentaron su invitación.
Todavía, no habían visto al bebé. Sabían solamente lo que les habían dicho.


¿Ustedes piensan que los pastores creyeron que el salvador había nacido antes de verlo?


No estábamos en Belén.  No oímos los ángeles cantar.  Pero todavía esta vigente la invitación de venir.


Tenemos a veces fe para creer cosas sin verlas.
Cuando aprendieron sobre los principios del evangelio, ¿ha habido algo que oyeron o aprendieron y supieron de inmediato que era cierto?






Leer: Lucas 2:15-20


Y después que los Ángeles se fueron, los pastores fueron a Belén “a ver esto que ha sucedido”. No dudaron, de hecho, él dice que fueron “apresuradamente” y “encontraron al niño acostado en el pesebre”.


Habían venido.
Sabían.
Y entonces compartieron.


“Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho”


¡Regocijad! Jesús nació


¡Regocijad! Jesús nació,
del mundo Salvador;
y cada corazón tornad
a recibir al Rey.
Venid a recibir al Rey






Escuchad el son triunfal


Escuchad el son triunfal
de la hueste celestial:
Paz y buena voluntad; salvación Dios os dará.


Cante hoy toda nación
la angelical canción;
estas nuevas todos den: Nación Cristo en Belén.


¡Salve, Príncipe de Paz!
Redención traído has,
luz y vida con virtud,
en tus alas la salud.


De tu trono has bajado
y la muerte conquistado
para dar al ser mortal
nacimiento celestial


Escuchad el son triunfal
de la hueste celestial






Allí en una cálida cuna, debajo de las colinas de la piedra caliza de Belén, Jesús nació y fue acunado en un pesebre.  Él dejó su divino y santo estado, Él dejó toda la gloria y majestad para entrar en el cuerpo de un pequeño niño.


El relato de Lucas del nacimiento de Cristo, es verdadero.  Maria sabía que sucedería.  Los pastores creyeron que sucedió.


¿Ustedes creen?
¿Ustedes han venido a él?
¿Ustedes lo adoran y lo elogian?
¿Cristo sabe que ustedes creen?






La vida de Cristo, Su Expiación, Su Iglesia y el Libro del Mormón son solo algunos de los regalos de Cristo que bendicen nuestras vidas, no solamente en la época de Navidad,


¿Qué podemos ofrecerle al Señor en esta Navidad? 


¿Hay algo que ustedes podrían darle como demostración de su gratitud?


Si lo buscamos con todo nuestro corazón, le daremos lo mejor de nosotros mismos. Las oportunidades que tenemos de darle todo de nosotros mismos son ilimitadas. Hay muchas cosas que podemos hacer para servir a nuestros semejantes. Solo necesitamos abrir nuestros ojos y nuestros corazones.






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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Narración del Pesebre

Idea compartida por Mara Leebert


Nacimiento de Jesús
(mientras se lee esto: El ángel se aparece a José durmiendo)
18 El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
19 José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
---Se Cierran las cortinas---

Lucas 2: 1-7
(Mientras se lee lo siguiente: María y José caminan con su camello despacio como si estuvieran yendo a Belén y se sientan en el pesebre,:)
1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria.
3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad.
4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;
5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.
6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
---se cierran las cortinas---


La visita de los magos.
(Se agrega el trono con el Rey Herodes)
Mateo 2: 1-12
(los reyes magos caminan hacia el Rey Herodes y actúan como si le estuvieran preguntando algo)
1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él.
4 Y convocados todos los principales sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
5 Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
6 Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.
7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella;
8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
(los reyes magos caminan siguiendo a la estrella que para sobre el pesebre)
9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño.
10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
---se cierra la cortina---

Los ángeles y los pastores.
(los pastores todos juntos con sus rebaños, se les aparece el ángel)
Lucas 2: 8-20
8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
(se aparece la huésped de ángeles detrás del angel)
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
(los ángeles se van y los pastores caminan lentamente hacia el pesebre, se acercan a Jesucristo y se paran al costado del pesebre)
15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.
(Los Ángeles vuelven al escenario y todos juntos cantan el himno: Canto de Navidad)



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lunes, 7 de noviembre de 2011

Tiempo para Compartir: El ser reverente durante la Santa Cena me ayuda a recordar a Jesucristo.



Cuente la historia de la Última Cena, la cual se encuentra en Mateo 26:17–30. Lean juntos Lucas 22:19 y pida a los niños que repitan las palabras: “Haced esto en memoria de mí”.


Explique que el participar de la Santa Cena nos da la oportunidad de recordar al Salvador y Su expiación. Muestre bandejas de la Santa Cena y ayude a los niños a comprender que el pan nos recuerda el cuerpo de Jesús y el agua nos recuerda Su sangre.


Dígale al oído a uno de los niños una de las siguientes frases y pídale que la repita en voz alta a la clase. Continúe, hasta dar participación a todos los alumnos.


1. Nos preparamos para la Santa Cena cantando un himno que nos haga pensar en Jesús.
2. Escuchamos con atención mientras dicen la oración para bendecir el pan.
3. Cuando nos sirven el pan, tomamos sólo un pedacito.
4. Escuchamos con atención mientras dicen la oración para bendecir el agua.
5. Tomamos el agua con reverencia y ponemos el vasito en la bandeja otra vez.
6. No jugamos nunca con el pan ni con los vasitos de la Santa Cena.


Explíqueles que al hacer esas cosas demostramos que somos reverentes al tomar la Santa Cena.


Diga a los niños que cierren los ojos y que levanten la mano si oyen un ruido; luego, deje caer una moneda o botón sobre una mesa o en el suelo. Después (sin que ellos vean), envuelva la moneda o el botón en un trocito de tela o en un pañuelo pequeño; hágales cerrar los ojos de nuevo y dígales que escuchen con atención y que levanten la mano si oyen un ruido; deje caer el objeto (envuelto) nuevamente. Explíqueles que si escuchamos con atención, oiremos muchas cosas interesantes; por eso, es muy importante ser reverentes y escuchar para aprender.


Enséñeles el siguiente verso con los movimientos que se indican:


Cruzo los brazos (cruzar los brazos),
bajo la cabeza (inclinar la cabeza)
y muy callado me quedo (decir esta línea en voz muy baja);
mientras bendicen
la Santa Cena,
a Jesús recuerdo.


Explíqueles que, como Jesús nos dio la Santa Cena para que lo recordemos, es importante que pensemos en Él y ayudemos a los demás a pensar en Él durante la ordenanza; la forma de hacerlo es ser reverentes mientras reparten la Santa Cena.


Dígales que presten atención a lo que usted les va a decir y que se pongan de pie si lo que usted dice es algo que deban hacer o en lo que deban pensar durante la Santa Cena, o se sienten si es algo que no deban hacer o en lo que no deban pensar en esos momentos. Utilice las frases que aparecen a continuación u otras.


• Escuchar con atención las oraciones de la Santa Cena.
• Recordar que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos aman.
• Pensar en ir de picnic.
• Recordar que Jesús sanó a los enfermos.
• Hablar con su hermanito o hermanita.
• Estar en continuo movimiento.
• Pensar en Jesús cuando bendecía a los niños.



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domingo, 6 de noviembre de 2011

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