Es hermoso ver a los niños felices en la primaria! Cantar fuerte, participar de las actividades y compartir sus escrituras. Pero es más lindo cuando todo el esfuerzo que hacemos por preparar un lindo tiempo para compartir se extiende y llega a sus familias.
Hoy en día muchos niños se están bautizando sin sus familias, niños que llegan y se van solos de la capilla. Es importante ayudar a estos niños a reconocer la influencia del Espíritu, y que puedan llevarse algo especial de la primaria a sus hogares.
Aparte de llevarse las enseñanzas del Evangelio y el amor de las maestras, pueden llevarse recuerdo de las lecciones para compartir en su hogar, actividades que puedan compartir con su familia o preparar una noche de hogar.
Hoy les comparto Hojas de actividades sobre el Templo!
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Tetsuko vivía en una alta montaña en Japón e iba a ir a la escuela por primera vez. Emocionada, se vistió rápidamente con su nuevo uniforme escolar. Entonces ella comenzó a sentirse mal, y no tenía ganas de desayunar.
Okasan, su madre, le preguntó: "¿te sientes enferma, Tetsuko?"
"Sí. Me duele el estómago, y no creo que voy a ser capaz de ir a la escuela hoy." Contestó ella y comenzó a llorar.
Otosan, su padre, le tomó la mano y dijo: "Creo que sé lo que podría estar mal contigo. Este es tu primer día de clases. Vas a estar fuera de casa todo el día, y no sabes qué esperar. Tuve la misma sensación cuando empecé mi trabajo. ¿Quieres que te dé una bendición especial de un padre?"
Tetsuko asintió.
Otosan puso sus manos sobre su cabeza y le dio una bendición. Dio las gracias a nuestro Padre Celestial por ella y por la felicidad que tenían. La bendijo para sentirse mejor, para no tener miedo y sentir paz en su corazón.
Tetsuko fue a la escuela.
Esa tarde volvió a la casa gritando "Okasan! Okasan! Estoy en casa. Fue divertida la escuela. Mi profesor es agradable, y me encontré con algunos nuevos amigos".
Su madre la abrazó y le dijo: "Estoy feliz de que hayan tenido un buen día tal y que Otosan era capaz de darle una bendición especial."
Nuestro Padre Celestial dio su autoridad a ciertos hombres para que su obra pueda ser realizada. Se llama el sacerdocio. Sacerdocio significa el poder y la autoridad para actuar en nombre de nuestro Padre Celestial.
¿Cómo serían las cosas si no tuviéramos el sacerdocio? La Iglesia no se hubiera organizado, nadie podría ser bautizado y recibir el don del Espíritu Santo, nadie podría recibir las bendiciones del templo, y nadie podría volver a vivir con nuestro Padre Celestial. Por medio del sacerdocio, todos los hijos de nuestro Padre Celestial puede ser bendecido.
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Amigos, Junio 2004
Trace en la pizarra el contorno grande de una casa. Dibuje una mesa y varias sillas en la casa y dé tizas a unos cinco o seis niños y susúrreles que dibujen a un familiar leyendo las Escrituras en la mesa. Pida a la pianista que toque una canción o un himno sobre las Escrituras y pida a la Primaria que adivine qué está haciendo la familia del dibujo.
Señale que, así como se dijo a los niños qué debían dibujar, el Señor habla a Sus hijos a través de las Escrituras. Éstas pueden ayudarnos si las leemos con regularidad, oramos en cuanto a ellas y seguimos sus enseñanzas.
Ayude a los niños a memorizar D. y C. 19:23 (véase La enseñanza: el llamamiento más importante, 1999, págs. 171–172). Pida que cada clase aprenda y represente una estrofa (excepto el versículo 8) de “Historias del Libro de Mormón” (Canciones para los niños, págs. 118–119) y que la cante en la Primaria. Aliente a los niños a estar preparados para recitar D. y C. 19:23 el próximo domingo.
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Amigos, Junio 2004
Lean el relato de cuando Jesucristo visitó a los nefitas y les mandó que oraran (véase 3 Nefi 18:17–21).
Escriba en la pizarra: “La oración familiar fortalece a mi familia”. Escriba pasajes de las Escrituras que se relacionen con la oración (véase más abajo) sobre tiras de papel y ate cada una a un palito. Pida a cada clase que lea un pasaje y analice las bendiciones de la oración (por ejemplo: Alma 37:37; 3 Nefi 18:15; 3 Nefi 18:20; 3 Nefi 18:21; Moroni 10:4–5; D. y C. 68:28; D. y C. 88:63; D. y C. 112:10). Pida a cada clase que lea el pasaje en voz alta, que diga cuál es la bendición y que alguien de la clase lleve el palito al frente del salón. Una vez que se hayan recogido todos los palitos, átelos juntos y pida a un niño que trate de quebrarlos. Los palitos son más fuertes cuando están todos juntos. Del mismo modo, las bendiciones de la oración fortalecen a la familia.
Comparta una experiencia de cuando su familia se haya visto fortalecida mediante la oración familiar. Canten un himno o una canción sobre la oración. Para concluir, pida a los niños que hagan y coloreen un dibujo de lo que se relata en 3 Nefi 18:21, a fin de ponerlo a la vista en su hogar.
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